El Pitch and Putt destaca por ser un deporte con una visión plenamente sostenible. En el año 2006, un grupo de tres arquitectos de campos de golf crearon en la ciudad de Madrid un campo de 9 hoyos diseñado con césped artificial. La instalación estaba construida encima de un tanque muy antiguo de agua. El sistema de diseño era del todo poroso para permitir que el agua capturada fuera canalizada, a posteriori, para drenar la plataforma y reutilizarla dentro del propio recinto deportivo. Este innovador proyecto supuso un gran avance para poder hacer llegar el P&P a las grandes masas.
La base fundamental de este proyecto era desarrollar un campo con bases permeables para la reutilización de los recursos hidráulicos. Contribuyendo así al desarrollo sostenible, devolviéndolos al medio ambiente.
Desde ese momento, todos los campos se han ido rigiendo con las mismas características arquitectónicas para asegurar un funcionamiento ecológico.